El músico fue sentenciado a cuatro años y dos meses de prisión por los delitos de transporte con fines de prostitución cometidos contra las víctimas Cassie Ventura y Jane, quienes fueron pareja del productor. La sentencia, dictada por el juez federal Arun Subramanian, se produjo tras un juicio de ocho semanas en Nueva York, en el que testificaron exasistentes de “Puff Daddy”, agentes federales y artistas como Dawn Richard.
Previo a la sentencia de Diddy Combs, su equipo legal, encabezado por el abogado Marc Agnifilo, solicitó al juez la anulación de los cargos o la celebración de un nuevo juicio, solicitud que les fue denegada. Durante la audiencia del viernes 3 de octubre, la defensa del músico argumentó que Sean ‘Diddy’ Combs fue un ejemplo para la comunidad afroamericana y mencionó que el artista padece Trastorno de Estrés Postraumático y depresión. Los fiscales del caso solicitaban una pena de 11 años de prisión.
Antes de escuchar su sentencia, Diddy Combs pidió clemencia al juez Subramanian y se disculpó con Cassie Ventura, quien lo demandó por abuso físico y sexual. “Perdí el respeto por mí mismo. He sido humillado y destrozado hasta la médula. Ahora mismo me odio. Me redujeron a la nada”, declaró el viernes 3 de octubre. “Como individuos de color, tenemos la capacidad de tener nuestros propios negocios, apoyar a nuestras comunidades, generar nuestra propia riqueza y abordar nuestros propios problemas. Esa fue mi intención; sin embargo, me perdí en el camino. No soy alguien malo. Quiero expresar mis disculpas a mi comunidad por haberlos decepcionado”, añadió.
El juez, Arun Subramanian, cuestionó el supuesto arrepentimiento de Sean ‘Diddy’ Combs por haber abusado sexual y físicamente de sus exparejas. “Su conducta se extendió por más de una década y con una frecuencia alarmante. ¿Por qué se prolongó durante tanto tiempo?, porque usted contaba con el poder y los recursos para perpetuarla”, señaló.
Tras dictarle una sentencia de cuatro años y dos meses de prisión, el juez Subramanian también dirigió un mensaje de aliento al músico: “Hay una luz al final del túnel. Todas esas cartas que he visto demuestran que cuenta con una comunidad que lo quiere. Permita que lo animen ahora, como usted los ha animado durante tantos años”.