Más que simplemente ser una nueva colección, se trata de una nueva era, dado que el director artístico, Jonathan Anderson, se basó en la esencia de Dior para desarrollar una línea masculina robusta que evoca el pasado, pero que también es lo suficientemente moderna para atraer tanto a aficionados como a expertos.
El desfile creó un ambiente festivo de campus universitario. Los modelos lucieron el ya característico estilo de la generación Z, que mezcla lo formal y lo informal. Anderson claramente se inspiró en esto y lo llevó al siguiente nivel.
La colección también incorporó elementos de la era eduardiana, tales como cuellos altos, alforjas y lazos atados, aunque se llevaron sin camisa y se combinaron con llamativos pantalones amplios o jeans desteñidos.
La anticipación por este primer desfile de Dior dirigido por Anderson era considerable, y en el Hotel Nacional de los Inválidos se reunió un destacado grupo de celebridades, entre las que se encontraban Rihanna, Robert Pattinson y Daniel Craig. Al igual que una infinidad de diseñadores como Donatella Versace, Stefano Pilati, Nicolas Di Felice, Glenn Martens, Silvia Venturini Fendi, Pierpaolo Piccioli, Daniel Roseberry, Christian Louboutin, Chitose Abe, Michael Rider, Julien Dossena, Pharrell Williams, Kris Van Assche y Chemena Kamali.