La coleccion masculina Primavera·Verano 2026 de Saint Laurent revive la fusión de ocre y caqui de su colección femenina de otoño, incorporando tonos como el menta, el azul marino, el dorado, el verde bosque y el burdeos.
El desfile tuvo lugar en la rotonda del Bourse de Commerce, museo parisino de arte contemporáneo, donde los asistentes además tuvieron la oportunidad de apreciar una cautivadora obra de la artista francesa Céleste Boursier Mougenot. Esta obra consiste en una piscina poco profunda de color azul que acoge cuencos de cerámica blanca que flotan y colisionan ocasionalmente, generando suaves y relajantes tintineos.
Los modelos caminaron alrededor de la piscina de manera desenfadada con las manos en los bolsillos, portando camisas, polos, jerseys de cuello alto, sacos y gabardinas de corte militar, con pantalones holgados cortos y largos. Todos llevaban gafas de sol de acrílico de gran tamaño, lo que evidencia la influencia de la colección en la moda de la década de 1970.
“Menos oscuro, más claro, más sensual, más divertido”, así resumió el diseñador belga·italiano Anthony Vaccarello su propuesta para la Primavera·Verano 2026, que buscaba evocar un momento suspendido en el tiempo.