José Mujica, expresidente de Uruguay, antiguo guerrillero y destacado líder de izquierda en América Latina, falleció el martes a los 89 años.

El presidente Yamandú Orsi anunció su muerte, sin especificar el lugar ni la causa. Mujica reveló que tenía cáncer de esófago en abril de 2024. Vivía en las afueras de Montevideo. Orsi expresó su pesar, llamándolo “Presidente, militante, referente y conductor”.
Conocido como Pepe, Mujica fue elegido presidente en 2009 a los 74 años, cuando los gobiernos de izquierda latinoamericanos estaban perdiendo popularidad. A pesar de su reputación como líder inteligente de la coalición progresista uruguaya, su estilo informal desconcertó a la clase dirigente. Autodenominado anarquista filosófico, era conocido por su carisma, su escepticismo ante el capitalismo, su estilo de vida modesto y su determinación y humildad en el gobierno durante el ascenso de la izquierda uruguaya.
Mujica, un floricultor de oficio, abogaba por las comunidades rurales y los ideales liberales. Creía que los líderes mundiales debían renunciar a la pompa del poder, por lo que él y su esposa, Lucía Topolansky, una senadora, vivían en una casa modesta en lugar de la finca presidencial. A menudo se le veía manejando su Volkswagen celeste de 1987 al trabajo.
Durante su mandato de 2010 a 2015, Uruguay despenalizó el aborto, legalizó el matrimonio igualitario y fue el primer país en legalizar y regular la marihuana. Su discurso sobre los males del consumismo y su aspecto informal, sin corbata y despeinado, llamaban la atención. Cuidaba de sus campos de crisantemos con su esposa y su perra de tres patas, Manuela.